martes, 8 de agosto de 2017

XIV Congreso del Grupo Ibérico de Aguiluchos

Los próximos días 20, 21 y 22 de Octubre de 2017, se celebrará el XIV Congreso del Grupo Ibérico de Aguiluchos, en el Albergue Municipal “El Lazarillo de Tormes”, en la ciudad de Salamanca.

La realización de este Congreso, se lleva a cabo de forma bianual, recayendo la organización de este año en el Grupo Local SEO-Salamanca, representante de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y en la Asociación Salamanca Natural.




Agradecer a nuestro amigo Nacho Sevilla por ceder su magnífico dibujo para ilustrar el cartel del evento.

Dicho congreso constituye una herramienta clave para la conservación de las 3 especies de aguiluchos nidificantes en nuestro territorio, así como de otras aves esteparias, ya que en él se reunirán los grupos de trabajo que realizan acciones protectoras sobre el terreno, así como diversos expertos, compartiendo metodologías de trabajo, analizando y construyendo una base sólida para el avance de estos programas de conservación.

En la presente edición, se desarrollarán diversas ponencias y se realizarán mesas de trabajo de forma simultánea. También asistirán por primera vez ponentes internacionales, lo que contribuirá a mejorar las perspectivas sobre el tema.


Al igual que en anteriores ediciones se presentarán estudios, informes y medidas, de los diferentes proyectos relacionados, con la conservación de los aguiluchos ibéricos y otras aves esteparias.

Se ruega difusión. Gracias.

miércoles, 26 de julio de 2017

Nos quedamos sin aves

Desde hace ya más de 12.000 años, allá por el Neolítico, cuando el incipiente Homo sapiens modificó sus hábitos de vida nómadas como cazador y recolector para hacerse sedentario y cultivar la tierra, hasta hoy, la separación entre Naturaleza y hombre no ha hecho más que crecer. Hoy en día podemos decir sin ningún tipo de ambigüedad, que un profundo abismo separa lo doméstico de lo salvaje. Y es que la modificación de la Naturaleza en provecho del hombre es tan radical y se manifiesta en tantas formas que es casi imposible encontrar un lugar en el planeta donde no se manifieste nuestra impronta.
¿A qué viene esto? Pues veréis, es algo que me ronda la cabeza desde esta primavera, en la que si algo merece destacar es la falta de vida detectada en mi salidas al campo. El silencio en la llanura castellana es atronador. Apenas se escucha el canto de los pájaros y cuando se escucha, son muy pocas las especies que podemos detectar, lo cual me ha llevado a pensar un poco en las posibles causas de tan dramática situación. Voy a enumerar algunas de ellas tratando de indicar cuáles son sus repercusiones.
En primer lugar, los cambios en los usos agrícolas. Lo vimos el siglo pasado con la revolución industrial cuando gracias a la máquina de vapor la productividad de la tierra aumentó exponencialmente a la vez que se acentuaba el declive de las especies salvajes. Hoy, la revolución llega de la mano de los productos fitosanitarios, los herbicidas, los inmensos monocultivos y la selección genética de las semillas.  Es difícil encontrar campos donde florezcan las amapolas, las malvas o la manzanilla, por poner algunos ejemplos. Podemos recorrer hectáreas de cereal sin ver un solo cardo y ante esta pérdida de biodiversidad vegetal, la vida de los insectos y otros invertebrados se hace muy complicada. Si nos quedamos sin “bichos”, ¿qué proteínas van a dar las aves a sus pollos durante su crecimiento? Si las cosechas cada vez son más tempranas, ¿qué protección van a encontrar los aguiluchos para sus nidos? Si se roturan los barbechos sistemáticamente, ¿dónde van a criar multitud de especies que dependen de este hábitat? Las lindes arbustivas entre fincas, sencillamente, han pasado a la historia, los arados roban metros a los caminos con sus rejas y sembramos el campo de rodenticidas que no solo acaban con algunos topillos sino que al pasar a formar parte de la cadena trófica, matan especies cuya protección nos está costando a todos muchísimo dinero.
Intrínsecamente, unido a lo anterior, va el segundo de los problemas que he detectado, la sobre explotación de los acuíferos. Cada vez tenemos más y más hectáreas de regadío donde tradicionalmente se plantaban cultivos con muy poca demanda de agua. Una vez más, sustituimos el sentido común por el beneficio económico a corto plazo. Aunque los sondeos tengan que ser cada vez más profundos y con ello más costosos. Así, estamos notando un estrés hídrico insostenible para nuestros más emblemáticos humedales, esos reservorios de vida que tanto hemos dañado desde tiempos históricos. Esto no sólo repercute negativamente en las aves sino también en las poblaciones de anfibios ya de por sí extremadamente amenazados, en mamíferos y toda suerte de invertebrados vinculados en mayor o menor grado al medio acuático.

El tercer bloque de amenazas es el incremento incesante del consumo energético. Nuestra sociedad está montada en torno a un modelo energético claramente insostenible para el planeta. Dependemos absolutamente de la energía para vivir, hasta el punto de correr el riesgo de desaparecer como especie si se produce el colapso energético, cosa, desde mi punto de vista, poco improbable. Para atender tal demanda, hemos pasado de la recogida de combustibles leñosos en los bosques a la extracción de carbón mineral, de esta a los combustibles fósiles,  a la energía nuclear y de aquí, a las llamadas energías alternativas. Como si estas no fuesen también dañinas.
Nadie sabe a ciencia cierta la cantidad de aves, mamíferos voladores y otros invertebrados, que giro tras giro, cercenan las aspas de los aerogeneradores —ya se encargan las empresas de hacerlos desaparecer con extremada diligencia. No contentos con el impacto visual que causan en las montañas, ahora la tendencia es ponerlos más y más grandes en el mar; la ventaja es que las corrientes marinas realizan gratis el trabajo sucio de hacer desaparecer los cadáveres.
Pero la energía se produce en unos puntos y se consume en otros, esto nos lleva al problema de los tendidos eléctricos y sus torretas insuficientemente aisladas, que se han convertido en verdaderos sumideros de muerte por electrocución. De poco sirve que nos gastemos millones que no tenemos en proteger especies (ej. Águila imperial) si no atajamos previamente la raíz de sus males. Una vez más, vemos la falta de coherencia en las cabezas de nuestros dirigentes.
Otra amenaza, vinculada a esto, es la contaminación lumínica. Hemos hecho, que la noche cada vez se parezca más al día, hasta el punto de tener que recorrer muchos kms si queremos ver un cielo estrellado. El paisaje nocturno, artificialmente sobre iluminado, está teniendo una gran incidencia sobre las especies migratorias impidiendo o retrasando su orientación en sus desplazamientos desde sus áreas de invernada y sus áreas de cría y viceversa.

El cuarto bloque, quizás del que más se ha escrito pero no por ello menos importante, es el de la contaminación y gestión de nuestros residuos. Somos una especie sucia, generamos mucha basura y no la procesamos debidamente. Hoy en día se ha comprobado que hasta en los lugares más remotos del planeta se pueden encontrar restos de plástico en los sistemas digestivos de aves, mamíferos y peces. Tradicionalmente, hemos usado los ríos como cloacas para deshacernos de nuestra mierda, y todo ello ha llegado al mar, poco tardará este en devolvérnoslo, estoy seguro. Nuestros vertederos a cielo abierto se han convertido en fuente de alimento fácil para muchas especies, modificando incluso comportamientos tan importantes como los migratorios, hoy en día, tenemos cigüeñas todo el año, ya no tienen que volar al África subsahariana a procurarse el sustento en los rigores invernales, pero tampoco es infrecuente verlas sufrir severas amputaciones por enredarse con bolsas de plástico y restos de cuerdas. Consumimos sin control y adoramos el envase, hasta el punto de que hay casos en los que este vale más que el contenido que guarda.
El último bloque, por ir acabando y no extenderme más, se lo dedico al “ocio en la Naturaleza”. Si era poco problema el de la caza “deportiva”, ahora tenemos los campos llenos de “deportistas” que corren, escalan, pedalean, destrozan con sus quads  la cubierta vegetal sin importarles (salvo muy honrosas y escasas excepciones) ni la época del ciclo reproductor de las especies, ni el impacto que sus actividades generan. No les basta con las instalaciones deportivas, ahora la moda es hacerlo en espacios protegidos. Estamos viendo venir ya hordas de turistas que sólo buscan hacerse el Selfie de turno para decir: yo estuve allí, sin haber tenido el más mínimo contacto con el medio. Es posible, si no se produce un fuerte cambio en la educación ambiental, que la Naturaleza muera de éxito.
Sería presuntuoso por mi parte, arrogarme todas estas ideas y reflexiones, tan sólo por haber pasado una triste primavera en el plano pajarero. Ellas se deben también a lecturas de amigos mucho más preparados que yo, como:
Antonio Sandoval, Juan Goñi, Dave Langlois, Iñigo Javaloyes o el recién descubierto César-Javier Palacios. A todos ellos, mi agradecimiento más sincero por mostrarme para que sirven las aves, por meterme dentro el bosque, por demostrar que sí se puede luchar contra los lobbies, por dejarme volar junto a una joven imperial o por enseñarme que las plumas también sirven para hacernos oír.

martes, 18 de julio de 2017

El rascón europeo (Rallus aquaticus).

Vamos a aprovechar la entrada de hoy, dedicada al Rascón europeo (Rallus aquaticus), para denunciar la sistemática y continua pérdida de  nuestros humedales y  su degradación, ya sea por contaminación, drenajes, sobre explotación de acuíferos subterráneos, canalizaciones para riego u cualquier otra actividad de nuestra poco sostenible especie. Algo que desde mucho tiempo atrás venimos sufriendo en nuestro país, el cual a pesar de todo, sigue contando con la mayor biodiversidad de Europa.

Acerquémonos pues, con respeto y admiración a estos interesantísimos espacios naturales y disfrutemos de tantas manifestaciones de vida como nos brindan.

We begin today's entry, dedicated to the European Rascon (Rallus aquaticus), denouncing the systematic and continuous loss of our wetlands and their degradation, whether due to pollution, drainage, over exploitation of underground aquifers, irrigation canals or any other activity of our little Sustainable species. Something that we have been suffering for a long time in our country, which, despite everything, still has the greatest biodiversity in Europe.

Let us therefore approach, with respect and admiration to these most interesting natural spaces and enjoy as many manifestations of life as they offer us.




El Rascón europeo es una pequeña especie de ave emparentada con las gruiformes y muy ligada a medios acuáticos en los que la vegetación palustre está bien implantada. Aunque es relativamente habitual en nuestro país, resulta bastante difícil de observar como toda la familia rallidae. Lo más frecuente, es detectar su presencia por su canto, una especie de gruñídos y notas quejumbrosas. Raramente sale de entre la vegetación aunque si es más dada a nadar en aguas abiertas que sus parientas cercanas las polluelas.

The European Rascon, is a small species of bird related with the gruiformes and very connected to aquatic means in which the marsh vegetation is well implanted. Although relatively common in our country, it is quite difficult to observe as the whole rallidae family. Most often, it is to detect its presence by its song, a kind of grunting and grunting notes. Rarely it leaves the vegetation although if it is more given to to swim in open waters than its near relatives the crakes.







Ocupa una gran variedad de humedales, con preferencia por las aguas dulces estancadas y con fangos en el fondo. Suele pasar la mayor parte del tiempo, oculto entre la vegetación, aunque gusta también de posarse en matorrales descubiertos para solearse y de nadar en aguas abiertas en busca de invertebrados, tales como insectos acuáticos y sus larvas, caracoles o lombrices

It occupies a great variety of wetlands, with preference for the stagnant fresh waters and with mud in the bottom. It usually spends most of the time, hidden among the vegetation, but also likes to lie in open scrubs to sunbathe and swim in open water in search of invertebrates such as aquatic insects and their larvae, snails or worms






Estas fotos, fueron hechas desde un observatorio, la pasada primavera en la Laguna de La Nava (Palencia). Un humedal que antiguamente llegó a ocupar unas 5000ha de terreno y que a finales de los sesenta había desaparecido por completo. Hoy en día, gracias a un ambicioso y costoso proyecto, se han conseguido recuperar 400ha, muy lejos aún de lo que fue en sus mejores tiempos.

These photos, were made from an observatory, last spring in La Nava Lagoon (Palencia). A wetland that formerly came to occupy 5000ha of land and which by the end of the sixties had completely disappeared. Nowadays, thanks to an ambitious and expensive project, they have managed to recover 400ha, still far from what it was in its best times.






domingo, 16 de julio de 2017

El baño de los pajaritos

La entradita de hoy va a ser un poquito más ligera y marchosilla que la de ayer. Espero que también os guste. Muchas gracias a M. Sánchez por su colaboración con la edición del vídeo y por la banda sonora.





Anillando gaviotas en Zamora

El pasado día tres de Julio, un  nutrido grupo de voluntarios, coordinados por el Grupo Ibérico de Anillamiento GIA y liderados por el biólogo de la Casa del Parque, mi buen amigo José Miguel San Román, nos dimos cita en la Reserva de las Lagunas de Villafafila (Zamora) para realizar una jornada de anillamiento de pollos de Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus) nacidos esta temporada. 



A continuación, os cuento ayudado por las fotos realizadas por David Ramírez, como se desarrolló la jornada.

Salimos de la sombra protectora de la CdP en dirección a las lagunas donde el día anterior se había instalado el corral de captura. El calor era más que intenso, pero no restó ni un ápice de ánimo a ninguno de los participantes, que pertrechados con cajas de cartón iniciamos con ilusión la actividad.




Una vez en situación, el Jefe hace varios equipos y da las últimas instrucciones a todos los participantes para que todo salga bien y puedan capturarse el máximo número de pollos posibles. No debió hacerlo nada mal ya que se capturaron 71 de los aproximadamente 90 nacidos esta primavera.



Hay trabajo para todos. Dos equipos se encargaran de ir "empujando" a las pequeñas gaviotas hasta el corral de captura, mientras que otros les cerraran las vías de escape, los reporteros tomarán posiciones para documentar la actividad y otros nos encargaremos de cerrar el corral cuando las aves estén dentro.









Una vez conseguido meter los pollos en el cercado, todos, excepto los que pudieron escapar de él volando, fueron introducidos en cajas de cartón para llevarlos hasta el lugar de anillamiento.








Ya de vuelta a la protectora sombra de la CdP, se organizaron dos equipos que trabajarían en las dos mesas preparadas al efecto. 




Como si de una cadena de montaje se tratara, los pollos iban saliendo uno a uno de las cajas de cartón para ir pasando de mano en mano por los distintos trabajos a realizar. En primer lugar, se procedía al anillado del individuo y a la apertura de su correspondiente ficha en la que se registrarían meticulosamente todos sus datos biométricos.








A cada pollo le fueron colocadas dos anillas en sus tarsos, la oficial, metálica y de Aranzadi y una de PVC roja con dígitos blancos para lectura a distancia, propia del proyecto cuya numeración iría de NA00 a NA76 puesto que algunas se rompieron. Así que, ya sabéis, si veis alguna no dudéis en comunicarlo.



Una vez anillados, el siguiente paso era tomar datos biométricos de cada individuo y registrar los mismos en su ficha, se media con calibres la longitud de sus tarsos y el tamaño de su cabeza, desde la parte posterior de la misma hasta la punta del pico.






La siguiente parada era la correspondiente al pesaje, uno a uno todos fueron pasando por ella y  se registraron su datos. 





Terminado el rápido proceso, las gaviotas iban una tras otra volviendo a las cajas de cartón con el fin de mantenerlas el mínimo tiempo posible en cautividad y dirigirnos con ellas de nuevo hasta las lagunas para su liberación.






Llegados a este punto, ya sólo nos quedaba liberarlas y desearles una feliz vida de gaviotas. Abrimos las cajas y les devolvimos su libertad.








                                        

Ya sólo quedaba recoger el cercado,



y hacernos la foto de grupo para el recuerdo.



Después vendrían la merienda y las risas, pero eso ya trasciende el plano científico y queda en el privado, osea el que quiera saber como se merienda, que anille.

Sólo me queda ya dar las gracias: A mi amigo Pepe por invitarme a participar y decirle que me apunto a la próxima. A mi hijo David Ramírez por el estupendo reportaje realizado (era la primera vez que tocaba mi cámara). A todos los participantes por el gran trabajo realizado, el buen rollo durante toda la jornada y los montones de risas compartidas.



sábado, 15 de julio de 2017

Reseña bibliográfica.

Breve, fresco e intenso. 


Así es el libro que el periodista Cesar-Javier Palacios presentó en la pasada edición de la MADBird 2017, en el que recoge algunas de las columnas de opinión publicadas en el periódico 20 Minutos. Verdades incontestables y argumentos contundentes, todo un derroche del cada vez más escaso sentido común. Un libro con el que compartir y transmitir la gran pasión y el respeto por La Vida que sentimos "los locos por los pájaros"





Además y de regalo, os dejo el enlace a su blog La crónica verde donde podremos seguir disfrutando con sus entradas siempre de rabiosa actualidad.

viernes, 14 de julio de 2017

Dos migratorias para terminar.

Hoy, para terminar esta serie de entradas dedicadas a un pequeño bebedero, vamos a presentar dos especies que tienen varias cosas en común como el discreto plumaje que las hace muy difíciles de detectar en la espesura, de donde en pocas ocasiones salen, por lo que es más sencillo detectarlas por sus potentes cantos y su alimentación, basada principalmente en insectos.


En primer lugar el Cetia ruiseñor o Ruiseñor bastardo (Cettia cetti), que rara vez se deja ver, pero que deja oír a menudo un insistente y característico canto, que emite incluso en los fríos días invernales. Se distingue principalmente del Ruiseñor común (Luscinia megarhynchos), por la marcada ceja que se puede ver en las siguientes fotos.


Today, in order to finish this series of entries dedicated to a small pond, we are going to present two species that have several things in common such as the discreet plumage that makes them very difficult to detect in the thicket, from where they rarely leave, It is easier to detect them by their powerful songs. Their feeding, is also very similar being based mainly on insects.


In the first place the Cetia nightingale or Nightingale bastard (Cettia cetti), which is seldom seen, but often leaves an insistent and characteristic song, which emits even in the cold winter days. It is distinguished mainly of the Common nightingale (Luscinia megarhynchos), by the marked eyebrow that can be seen in the following pictures.








El segundo, es el Zarcero polyglota (Hippolais polyglotta). Se trata de un migrador de larga distancia que nos visita cada verano para reproducirse  tras haber pasado el invierno en África, su canto es aspero y sonoro. Su plumaje es muy neutro por lo que a veces, es difícil distinguirlo de otros Zarceros, carriceros e incluso de algunas currucas y mosquiteros.

The second, is the Zarcero polyglota (Hippolais polyglotta). It is a long distance migrator who visits us every summer to reproduce after having spent the winter in Africa, its song is rough and sonorous. Its plumage is very neutral so at times, it is difficult to distinguish it from other Zarceros, warblers and even some  mosquito nets.